Black Hole

Si no tienes miedo a lo desconocido, ésta es tu atracción. El suspense de este serpenteante tobogán empieza desde el momento en que te sientas en el flotador y te dejas llevar por una corriente de agua a toda velocidad por su trepidante recorrido, sin ver nada, sumergido en la más profunda oscuridad.

Este desconcertante viaje, cuyo trayecto y final son una incógnita, está lleno de sorpresas a medida que tu cuerpo se desliza por escalofriantes curvas, vertiginosos descensos, emocionantes saltos y divertidos giros, todo ello regado con distintos efectos luminosos que hacen que la adrenalina se dispare a niveles impresionantes.

Black Hole es un tubo negro cerrado que no permite descubrir sus misterios hasta que estás sobre ellos; es decir, que se trata de una atracción para despertar las sensaciones corporales sin que la mente anticipe qué va a suceder. Solamente al final, cuando se sale del tobogán y aparece la luz, el viajero comprende cuál va a ser el desenlace… En sus 105 metros de diámetro, que entran y salen de la tierra, con curvas de 360º, salen a a la luz tras 65 metros de longitud.

Profundidad de la piscina es de 1,2m.